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Centurión cubrió bien la ausencia de Armani; en la acción le tapa una definición a Fontana

Mauro Alfieri

Extrañó más a Julián Álvarez que a Armani. En un debut marcado por las ocho ausencias acumuladas entre convocados a los seleccionados y lesionados, River no pudo traducir en una victoria una cierta superioridad ante un Defensa y Justicia que se fue desinflando, aunque se reservó un zarpazo en el descuento que neutralizó Maidana sobre la línea. Muchas promesas de gol no cristalizada en la noche en Florencio Varela.

Dos goleadores en dique seco siguieron en su extravío durante todo el partido. Ambos con destinos cruzados. River fue a buscar a Braian Romero a Defensa y Justicia por su descollante producción en la conquista de la Copa Sudamericana. Anoche le tocó cubrir el enorme vacío de Julián Álvarez. Una misión más complicada cuando la confianza escasea por el peso de una racha de 15 partidos sin convertir. Negado ante el arco, no puso bien el pie para conectar una asistencia de Simón. Tampoco ajustó la mira en otra definición dentro del área. En el segundo tiempo se diluyó más al entrar muy poco en juego. Lejos quedó su auspicioso arranque en River. Un caso de rehabilitación para Marcelo Gallardo, que debería cuestionarse la conveniencia de haber dejado ir a Federico Girotti a Talleres.

Maidana cruza el avance de BouMaidana cruza el avance de Bou

Mauro Alfieri

Maidana cruza el avance de Bou (Mauro Alfieri/)

Del otro lado, Agustín Fontana, al que River dejó ir porque vivió con la cortina baja, nunca festejó un gol en el equipo de Gallardo. En Defensa y Justicia tampoco afina la puntería. Tuvo tres veces el gol en la primera etapa y no concretó ninguno porque no se pasó de largo, le entró mal a la pelota o Centurión le tapó el remate arriba. El nerviosismo de Fontana también se reflejó en dos infracciones de amonestación: recibió la primera y el árbitro Tello le perdonó la segunda y la consecuente expulsión. Por ahora está lejos de hacer olvidar al uruguayo Merentiel, vendido en una cifra millonaria a Palmeiras.

Lo más destacado del empate en Florencio Varela

Es sabido que Defensa y River son dos equipos a los que no les gusta dormir el juego ni esconder la pelota. Les va la marcha, la vivacidad, las transiciones rápidas. Ataque contra ataque. Así lo indicaban los últimos antecedentes y anoche estaban dispuestos a ratificarlo, aun con errores e imprecisiones. La voluntad de ser agresivo compensaba algunas imperfecciones en la construcción del juego.

Defensa tuvo un filón por la izquierda, donde el punzante Carlos Rotondi tenía a maltraer a Mammana, sobre todo cuando Bou lo encontraba con sus pases al espacio. Lo que se construía por ese lado no tenía remate frente al arco, con Fontana.

Barco intenta pasar entre Fontana y TripicchioBarco intenta pasar entre Fontana y Tripicchio

Mauro Alfieri

Barco intenta pasar entre Fontana y Tripicchio (Mauro Alfieri/)

River levantaba revoluciones con Enzo Fernández, que en cada arranque siembra peligro para cualquier rival. Difícil de controlar y parar. Palavecino y Barco eran más discontinuos. El partido prendía la mecha a cada rato, pero no terminaba de explotar. Había ida y vuelta, y ambos ponían varios jugadores en ataque, pero el gol se diluía si caía en los pies de Romero y, sobre todo, de Fontana.

River mezclaba mejor por la derecha, con Enzo Fernández y Simón, que por la izquierda, donde Elías Gómez escalaba poco para apoyar a Barco. Enzo Pérez debía recurrir a toda su experiencia en cada cruce y quite, condicionado por la tarjeta amarilla que cargó desde los 11 minutos.

En defensa, la lentitud de Maidana necesitó ser corregida por las coberturas y cierres de sus compañeros. Afuera Mammana con una molestia en la rodilla izquierda, la entrada de Herrera podía darle a River más salida y proyección, a riesgo de que Rotondi todavía fuera más influyente.

La paciencia de Beccacece con Fontona se agotó cuando de una entrada profunda hizo una acción intrascendente. Enseguida fue reemplazado por Albertengo.

Los dos siguieron insinuando peligro, pero en las áreas no terminaban de calibrar los últimos toques. Si un defensa no se quedaba con el último despeje, algún rebote ensuciaba el avance. En una noche con pocas luces, Palavecino le dejó su lugar a Pochettino. Sin un delantero puro entre los suplentes, Gallardo solo podía tocar las teclas entre sus numerosas media-puntas.

El altercado entre Beccacece y Gallardo; el DT de Defensa fue expulsadoEl altercado entre Beccacece y Gallardo; el DT de Defensa fue expulsado

El altercado entre Beccacece y Gallardo; el DT de Defensa fue expulsado

El altercado entre Beccacece y Gallardo; el DT de Defensa fue expulsado

No hay partido de Enzo Fernández sin una llegada rompiendo líneas desde atrás. Esta vez, Unsain se quedó con su remate dentro del área. Fue más sostenido el dominio de River en el segundo tiempo, pero las vías de ataque no se le aclaraban. También se lo perdió Defensa en el cierre.

Gallardo y Beccacece, dos técnicos que comparten una filosofía de juego, no comulgan en la manera de relacionarse. Discutieron al final, con el DT de Defensa expulsado. El Muñeco se preguntaba si su colega estaba loco cuando se interpuso en un saque lateral de River para que se hiciera un cambio en el local. Palabras cruzadas y gestos desafiantes entre los dos entrenadores. Muchos nervios en una noche sin gol.

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