Algunos expertos de Estados Unidos comienzan a hablar de una burbuja en el mercado de autos usados que “podría explotar en los próximos meses”, después de que los precios mayoristas aumentaron un 44% en noviembre, en comparación con el año anterior.
“Una señal de alerta es que la tasa de recuperación para los prestatarios preferenciales está comenzando a aumentar”, dijo el jueves a CBS News la periodista Lisa Beilfuss Popeo, de la revista de finanzas e inversiones Barron’s.
Popeo asegura que ahora no son solo los consumidores de bajos ingresos los que están pasando por un momento más difícil, ya que la tasa de recuperación para los prestatarios con mejor crédito se ha duplicado en un 4% en los últimos dos años.
En medio de este escenario, desatado en gran medida por la crisis de microchips y los desajustes en la cadena de suministros, aquellos propietarios que buscan obtener la mejor oferta por su automóvil deben seguir de cerca las exigencias de quienes se mueven en el mercado de los motores de segunda mano.
Afortunadamente, una encuesta llevada a cabo por la revista británica What Car? arroja luces sobre los hábitos del conductor que pueden repeler a los posibles compradores o disminuir de forma drástica el valor del vehículo. Estos son algunos de ellos:
1. Fumar dentro del auto
El estudio, que incluyó a 2,668 compradores, reveló que fumar dentro del automóvil está entre las principales causas que les hacen reconsiderar una compra de segunda mano. Casi nueve de cada 10 dijeron que es menos probable que compren un vehículo en el que se ha fumado, ante un modelo idéntico en el que no.
Mientras tanto, tres de cada cinco son menos propensos a querer un modelo que haya sido usado para remolcar una caravana o un remolque, la mitad dijo que evita los autos que antes se usaban para transportar mascotas y el 17% rechaza los que alguna vez llevaron niños pequeños en la parte trasera.
La encuesta de What Car?, citada por This is Money, precisó que muchos compradores pagarían hasta un 15% menos debido a las razones antes enumeradas.
2. Las mascotas
Además de fumar, haber tenido mascotas dentro del auto es otro de los mayores problemas para los compradores de vehículos usados: el 85% dijo que pagaría menos por automóviles donde se fumó y el 65% pagaría menos por automóviles que habían transportado mascotas.
Más de una cuarta parte dijo que esperaría pagar entre un 5% y un 10% menos por un vehículo que todavía huele a cigarrillos y uno de cada cinco ofrecería entre un 10% y un 15% menos de lo que pagaría por un motor con un interior impecable.
Cuando se les preguntó cuánto menos esperarían pagar por un vehículo que había transportado mascotas, la mayor proporción de los conductores encuestados, el 38%, dijo que anticiparían entregar entre un 5% y un 10% menos en comparación con un modelo idéntico sin ese uso.
3. Hay más tolerancia con los niños pequeños y los remolques
Tres de cada cinco compradores querrían pagar menos por un automóvil que se haya utilizado para remolcar, presumiblemente debido a las tensiones adicionales percibidas que se ejercen sobre el vehículo al enganchar una caravana durante periodos prolongados.
Más de dos de cada cinco (42%) de los automovilistas dijeron a What Car? que piensan que tienen derecho a esperar pagar menos por un automóvil que había transportado niños en los asientos traseros debido a preocupaciones sobre el desgaste adicional y la limpieza.
“El kilometraje, el historial de servicio y el estado general suelen ser los principales factores que determinan el precio de un automóvil usado, pero como muestra nuestra investigación, los hábitos de los propietarios anteriores pueden tener un impacto significativo en el valor percibido”, dijo Steve Huntingford, editor de What Car?
El estudio se produce cuando los datos de mercado de junio mostraron que el precio promedio de un automóvil de segunda mano en Reino Unido ha aumentado año tras año por vigésimo séptimo año consecutivo, alcanzando las £ 17.252 ($20.460).
Auto Trader, que calculó los precios promedio de segunda mano de 900,000 autos enumerados en su sitio web el mes pasado, dijo que los conductores del país europeo no deberían esperar que los valores retrocedan en corto plazo.
Esto se debe a que se mantiene “la misma dinámica de mercado que ayudó a impulsar la aceleración récord del crecimiento”, o sea, la escasez de nuevos modelos que mantiene la demanda de vehículos de segunda mano en niveles récord.
“Aunque el enorme crecimiento en los precios de los autos usados que hemos estado rastreando en los últimos años puede continuar debilitándose en los próximos meses, ciertamente no hay indicios en los datos actuales de que los precios vayan a caer”, explicó Richard Walker, director de datos de Auto Trader.
En EEUU, el precio promedio de cotización de un automóvil usado subió casi $9.000 y las ofertas baratas son cada vez más difíciles de encontrar.
“Sigue siendo bastante desafiante, especialmente si estás buscando un vehículo en ese rango de precio más bajo”, dijo a Fox en junio Matt Degen, editor sénior de la empresa de investigación automotriz Kelley Blue Book.
Degen consideró “muy desafiante” la tarea de encontrar un automóvil que cueste menos de $15.000. “Es posible que deba buscar un poco más para encontrar el vehículo que desea”, agregó.