Mientras en Miami Beach van encendiendo los motores del Art Basel posCovid (se hará la primera semana de diciembre como feria presencial), los argentinos amantes del arte y de los eventos descomunales se van instalando en la zona. Muchos se encuentran en la pastelería de moda, Bachour, comandada por el genial Antonio Bachour, recientemente distinguido como uno de los mejores del mundo. Aunque tiene varias sucursales, la movida pasa por el local de Coral Gables, donde se encuentran artistas y empresarios reconocidos. Por ahí anduvo Lucía Celasco, fanática de los spring de tuna y los hojaldres dulces del chef. Feliz con su local en Miami (todo denim, parecido al que tiene en La Barra, Punta del Este), se instaló en la zona de Wynwood y está enamorada de un artista plástico llamado Tomás Pienovi (en Instagram figura como @samottttttt). La pareja convive en un departamento, pero pronto viajarán a París con Susana Giménez para la explosiva entrevista que le hará la diva a Wanda Nara.
Cuentan que nada le divierte más a Lucía que hacer esos viajes relámpago con su abuela, ya que por supuesto “al trabajo se lo combina con shopping”. Para colmo la it girl es experta en vintage de lujo, esos súper lugares secretos, en donde se consiguen prendas únicas de otras décadas.
El secreto de la galera: Mazza-Gravier, episodio 2
Hace más de dos décadas se vivió una obsesión socialité hablando de la galera de Alejandro Gravier. Fue el día de su casamiento con Valeria Mazza, en el Hipódromo de Palermo y el tema se viralizó aunque en aquel entonces no existían las redes. Que bien, que mal, que el tema de la estatura, el buen gusto o no… La cosa es que pasó una vida y Valeria Mazza, muerta de risa, le hizo un guiño al episodio en la última fiesta de Baron B, nada más y nada menos que en el Prix que se realiza todos los años en el mismo lugar donde se casó.
Espléndida, llegó con un vestido princesa fucsia de Jorge Rey y como tocado… una mini galera realizada por Sergio Calegoy, uno de los reyes de los fascinators. “Ahora la galera la llevo yo”, dijo la exmodelo muy tentada, cada día más carismática y, desde ya, lejos del bien y del mal.
Dolores Barreiro y la pasión por Mendoza
La Alboroza es una de las casas mágicas de Maipú, Mendoza, creada por sus dueños, el artista plástico Sergio Roggerone y su mujer Marina, una astróloga y diseñadora. Espacio azul de construcción marroquí habitado por mayólicas, palmeras, vitrinas de farmacias, lavandas, pigmentos únicos, óleos Old Holland y maravillas de inspiración bizantina, ahí se instala Dolores Barreiro cada vez que va a Mendoza.
Hace unos días estuvo a todo azul y rosa chicle haciendo fotos en la cocina para su próxima campaña, pero la diversión no terminó ahí. Espacio de delicias (porque los Roggerone también cocinan), hicieron gran comilona y luego fueron a ver a la banda Divididos. También le hicieron el coro al enólogo Marcelo Pelleritti, que además es músico y está por sacar un disco. Al otro día, para la inauguración de la estancia El Totoral, fueron en banda y comieron milanesas de ciervo (aunque Dolores es más de las ensaladas coloridas). También por ahí estuvo el chef Daniel Hansen, dueño de La Pecora Nera. Y contó una novedad: abrirá un restaurante, otra pécora, en Lozano, Jujuy. Así que ya están planeando movida, con guitarra incluida.