Por Simon Jessop y Benjamin Mallet
PARÍS (Reuters) – Varios accionistas de Total tienen previsto manifestar su preocupación por el hecho de que la empresa francesa no esté haciendo lo suficiente para frenar las emisiones de carbono en su junta de accionistas que se celebrará el viernes, en un momento en el que las empresas de hidrocarburos de todo el mundo están sometidas a una creciente presión climática.
La Agencia Internacional de la Energía ha advertido que los nuevos proyectos de combustibles fósiles deben detenerse este año si el mundo quiere alcanzar las cero emisiones netas de carbono a mediados de siglo, un ritmo mucho más rápido que el previsto hasta ahora por los productores de petróleo.
La francesa Total, que en los últimos años se ha enfrentado a las crecientes peticiones de los inversores para que establezca objetivos más ambiciosos en materia de cambio climático, está buscando el respaldo de los accionistas para una moción sobre sus objetivos medioambientales, que incluye alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
Pero varios inversores franceses e internacionales, como Meeschaert Asset Management (AM), PME, OFI, Ircantec, La Française, Sycomore y Actiam, han dicho o confirmado a Reuters que piensan votar en contra de la moción o abstenerse.
Más allá de estos inversores, que en conjunto poseen una pequeña proporción de las acciones de Total, no está claro el alcance de la oposición. Las anteriores iniciativas para exigir a Total que cumpla sus objetivos climáticos no han tenido suficiente apoyo para cambiar sus planes.
Amundi, que es el mayor inversor de Total, y el fondo petrolero noruego, su cuarto mayor accionista, han dicho que tienen previsto respaldar el plan en la junta de accionistas de esta semana.
Total dijo el jueves que no quería comentar las intenciones de voto antes de su junta general.
La magnitud de la oposición será observada con atención por si hay indicios de que pueda provocar la actuación del consejo de administración de Total.
Esta semana, un minúsculo fondo de inversión asestó un duro golpe a Exxon Mobil, destituyendo al menos a dos miembros del consejo de administración en un intento de obligar a la empresa a hacer más contra el cambio climático.
Shell y BP se enfrentaron a una mayor presión en las recientes juntas generales de accionistas por no hacer lo suficiente para alinear sus planes de negocio con la transición a una economía baja en emisiones de carbono, tal y como se establece en el Acuerdo de París de 2015 sobre el clima.
Total sigue comprometida con nuevos proyectos y planea aumentar la producción de gas en los próximos años, y también está involucrada en la construcción de nuevos proyectos en el Ártico y en África Oriental.
“Sigue sin estar claro cómo va a cumplir sus objetivos dado su actual ritmo de producción de combustibles fósiles y sus inversiones, que siguen siendo significativamente superiores a las de las energías renovables”, dijo Actiam.
Treinta y cuatro signatarios de Climate Action 100+, el principal grupo de inversores del mundo dedicado a presionar a los grandes emisores para que aceleren sus esfuerzos, dijeron que Total aún no está haciendo lo suficiente.
Total también está buscando la aprobación de los accionistas para cambiar su nombre por el de TotalEnergies, que refleja su impulso a la producción de electricidad y a las inversiones en energías renovables.
(Información de Simon Jessop y Benjamin Mallet, información adicional de Gwladys Fouche en Oslo, traducido por Darío Fernández)